Evangelio del sábado 20 de agosto de 2022
Lectura del santo evangelio según san Mateo 23, 1-12
En aquel tiempo, habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo:
«En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid todo lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos dicen, pero no hacen. Lían fardos pesados y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y agrandan las orlas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias en las plazas y que la gente los llame “rabbí”.
Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar “rabbí”, porque Uno solo es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos.
Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque Uno solo es vuestro Padre, el del cielo.
No os dejéis llamar maestros, porque uno solo es vuestro maestro, el Mesías.
El primero entre vosotros será vuestro servidor.
El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».
Reflexión del Evangelio de hoy
Dios siempre está
Ezequiel y el pueblo de Israel estaban en cautividad. Dios llama al profeta y le hizo tener esta visión. Salía un pequeño arroyo de debajo de la casa de Dios. A la medida que se extendía el río se ponía más ancho y profundo. Por cuatro veces el Señor le pide al profeta que pasase por las aguas. En la cuarta vez ya no tenía equilibrio, tuvo que nadar.
Los caminos de Dios son más altos que los nuestros Nunca entenderemos la forma como Dios trabaja. No sabemos si Dios nos está dando esperanza o está aumentando aún más nuestra crisis. La gente estaba en cautiverio, de repente Dios les presenta una visión de prosperidad. Podemos sacar dos conclusiones; ¡Hay un camino de prosperidad y Dios me librará de esta situación! O quizás quejarse; ¿Por qué Dios permitió que yo estuviese en esta situación?
El nuevo templo parece que es el símbolo de un pueblo que desea comenzar una nueva relación con Dios partiendo de una sincera conversión. Los corazones de piedra se han convertido en corazones de carne y Dios ya puede poner su trono en medio de su convertido pueblo, Cuando el profeta dice que la Gloria del Señor vendrá de oriente, parece que está evocando al evangelio cuando afirma que Jesús viene de Betania, del huerto de los Olivos para entrar en el templo por la puerta oriental.¡No entendían lo que decían los profetas del Mesías!
Tú, sé coherente
Los fariseos eran buenas personas, deseosas de cumplir la Ley, pero en su conducta mantenían unas actitudes que Jesús desenmascara repetidamente. Hoy escuchan un ataque muy serio de Jesús sobre su conducta: “Haced lo que os digan, pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen”.
Él quiere que aquellos de entre nosotros que tengan alguna clase de autoridad no se hagan llamar “maestros”, padres, jefes”: que entiendan esa autoridad como servicio (“el que se ensalce será humillado”). El mejor ejemplo nos los dio el mismo Jesús cuando, en la cena de despedida, se despojó de su manto, se ciñó l toalla y empezó a lavar los pies a sus discípulos: “si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros”.
Todos vamos embarcados en la misma nave y debemos ayudarnos unos a otros para llegar, felizmente, a la casa del Padre.. La autoridad no puede ser un medio para buscar el propio interés, sino un instrumento para servir a los hermanos. La comunidad cristiana no se funda en títulos y en honores, sino en la fraternidad, que nace del hecho de tener un Padre común y seguir a Jesús.
Fr. Carlos Oloriz Larragueta O.P.
Casa Ntra.Sra. de los Ángeles (Vitoria)