Evangelio del día

Evangelio del lunes 9 de octubre de 2023
Padre Pedro Brassesco
Lectura del santo evangelio según san Lucas 10,25-37

En aquel tiempo, se levantó un maestro de la ley y preguntó a Jesús para ponerlo a prueba:
«Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?».

Él le dijo:
«¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?».

El respondió:
«“Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza” y con toda tu mente. Y “a tu prójimo como a ti mismo”».

Él le dijo:
«Has respondido correctamente. Haz esto y tendrás la vida».

Pero el maestro de la ley, queriendo justificarse, dijo a Jesús:
«¿Y quién es mi prójimo?».

Respondió Jesús diciendo:
«Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo dio un rodeo y pasó de largo.

Pero un samaritano que iba de viaje llegó adonde estaba él y, al verlo, se compadeció, y acercándose, le vendó las heridas, echándoles aceite y vino, y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y le dijo:
“Cuida de él, y lo que gastes de más yo te lo pagaré cuando vuelva”.

¿Cuál de estos tres te parece que ha sido prójimo del que cayó en manos de los bandidos?».

Él dijo:
«El que practicó la misericordia con él».

Jesús le dijo:
«Anda y haz tú lo mismo».

Reflexión del Evangelio de hoy

“Se levantó Jonás para huir a Tarsis, lejos del Señor”

Como todo profeta, la misión de Jonás es la de comunicar al pueblo las palabras que Dios le pida. En el momento que nos relata la primera lectura le encomienda una misión difícil. Le pide que vaya a Nívive “porque su maldad ha llegado hasta mí” para que cambien de conducta. Bien sabe Jonás que lo que le pide Dios es algo complicado y difícil de aceptar por los habitantes de Nínive. Y en lugar la aceptar la petición de Dios lo que hace es huir lejos de él y de Nínive. Embarcándose en una nave que se dirige a Tarsis, Busca estar lejos de Dios y no oírle.

Pero por lo que sigue, podemos sacar una interesante lección. Si el Señor se  empeña, no hay manera de huir de él. Yendo más allá de lo sucedido en la barca donde huye Jonás, al final acabará en Nínive y predicará lo que le manda su Señor, porque no le deja solo con sus fuerzas. Siempre le acompañará para que cumpla con la misión que le encomienda.

De esta historia personal de Jonás podemos sacar una enseñanza universal. Si el Señor pide algo a cualquiera de sus seguidores le dará las fuerzas necesarias para que lo lleve a cabo. Nunca el Señor nos pide imposibles. Sabiendo además que siempre nos pedirá algo conveniente para nuestra historia personal y la extensión del evangelio.

“Anda, haz tu lo mismo”

Vemos cómo los contemporáneos de Jesús, a veces, le hacen preguntas. Algunos con buena intención de conocer su clarificadora respuesta, y otros, como en el caso del letrado del evangelio de hoy, para ponerlo a prueba. Para unos y otros, Jesús encuentra la respuesta adecuada y exacta, podríamos decir, la respuesta evangélica.

La pregunta del letrado versa sobre la vida eterna, sobre la felicidad, algo a lo que todos aspiramos y que toca de lleno toda nuestra existencia. Su propia respuesta, amparándose en la ley, es bien clara: Amar a Dios, al prójimo y a uno mismo. Jesús aprueba esta respuesta: “Bien dicho. Haz esto y tendrás vida”. 

No sabemos si el letrado no sabía muy bien quién era su prójimo o simplemente para “aparecer como justo”, le pregunta de nuevo a Jesús: “¿Y quién es mi prójimo?”. La respuesta de Jesús es la parábola del buen samaritano, donde queda claro quién es el prójimo.

Desde el inicio, y después de XXI siglos de cristianismo, bien sabemos que el amor es la actitud más importante de todo seguidor de Jesús ante toda persona, que es su prójimo y también su hermano. En el plano teórico lo tenemos claro. Es en el plano de nuestras obras donde encontramos las dificultades para vivir siempre con amor y desde el amor.

Podemos aprovechar el pasaje del evangelio de hoy para pedirle una vez más al Señor, que nos ayude, que se adentre en nuestro corazón y reine en él, para que todas nuestras acciones broten del amor y tiendan al amor. Todo ser humano, principalmente el necesitado, es nuestro prójimo a quien siempre debemos amar.

Fray Manuel Santos Sánchez O.P.

Fray Manuel Santos Sánchez O.P.
Convento de Santo Domingo (Oviedo)


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