Evangelio del día

Evangelio del lunes 21 de agosto de 2023

Padre Pedro Brassesco
Lectura del santo evangelio según san Mateo 19,16-22

En aquel tiempo, se acercó uno a Jesús y le preguntó:
«Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna?».

Jesús le contestó:
« ¿Por qué me preguntas qué es bueno? Uno solo es Bueno. Mira, si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos».

Él le preguntó:
«¿Cuáles?».

Jesús le contestó:
«No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo».

El joven le dijo:
«Todo eso lo he cumplido. ¿Qué me falta?».

Jesús le contestó:
«Si quieres ser perfecto, anda, vende tus bienes, da el dinero a los pobres – así tendrás un tesoro en el cielo – y luego ven y sígueme».

Al oír esto, el joven se fue triste, porque era muy rico.

Reflexión del Evangelio de hoy

“Abandonaron al Señor”

En esta primera lectura se nos presenta el esquema de la conducta del pueblo judío con Dios, después de la alianza que había hecho con él. El primer paso es abandonar al Señor su Dios e irse detrás de otros dioses, los dioses de las naciones vecinas, a los que adoraron. El Señor se enfada con su pueblo Israel y deja que les venzan los saqueadores. “En todo lo que emprendían, la mano del Señor se les ponía en contra”. Pero el Señor tiene misericordia de su pueblo y les suscita Jueces que les libran de las bandas de salteadores. Pero el pueblo de nuevo vuelve a dar la espalda a Dios “yendo tras otros dioses, rindiéndoles adoración; no se apartaban de sus maldades ni de su conducta obstinada”.

Así acaba esta primera lectura de hoy. Pero sabemos que ya entonces el Señor vuelve a perdonar a su pueblo y ofrecerles su amistad. Algo que vemos con más rotundidad cuando nos envió a su Hijo Jesús: “Tanto amó Dios al mundo que le envió a su Hijo Unigénito”, que vino a ofrecernos el eterno amor y el eterno perdón de Dios a toda la humanidad, ante nuestras desviaciones y pecados.

“El joven se fue triste, porque era rico”

El evangelio de hoy nos presenta el conocido pasaje del joven rico. Acude a Jesús porque le considera “Maestro”, un hombre especial, alguien que sabe más que los demás, y puede aclararle una duda clave que tiene sobre el punto más importante de su existencia: “Maestro, ¿qué  tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna?”. Y Jesús le da la respuesta que vale para cualquier hombre: “Guarda los mandamientos”.

Pero este joven, que siempre ha cumplido los mandamientos, busca algo más para él. Y Jesús que se da cuenta del buen deseo de este joven, le da la respuesta que buscaba: “Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes, da el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego vente conmigo”. Jesús le propone seguirle a Él, por el camino de la pobreza y el desprendimiento, dejando sus riquezas.

Ante esta disyuntiva, el joven decide quedarse con las riquezas, pero podemos destacar que “se fue triste”, porque sabía que con las riquezas, poniendo su corazón en las riquezas, no iba a conseguir lo que buscaba: obtener la vida eterna, que podemos traducir por lograr ser feliz. 

Fray Manuel Santos Sánchez O.P.
Convento de Santo Domingo (Oviedo)


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