Evangelio del lunes 17 de julio de 2023
Padre Pedro Brassesco
Lectura del santo evangelio según san Mateo 10, 34-11,1
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles:
«No penséis que he venido a la tierra a sembrar paz; no he venido a sembrar paz, sino espada. He venido a enemistar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; los enemigos de cada uno serán los de su propia casa.El que quiere a su padre o a su madre más que a mí no es digno de mi; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mi no es digno de mi; y el que no carga con su cruz y me sigue, no es digno de mi. El que encuentre su vida la perderá, y el que pierda su vida por mi, la encontrará.El que os recibe a vosotros, me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que me ha enviado; el que recibe a un profeta porque es profeta, tendrá recompensa de profeta; y el que recibe a un justo porque es justo, tendrá recompensa de justo.El que dé a beber, aunque no sea más que un vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños, sólo porque es mi discípulo, en verdad os digo que no perderá su recompensa».Cuando Jesús acabó de dar instrucciones a sus doce discípulos, partió de allí para enseñar y predicar en sus ciudades.
Reflexión del Evangelio de hoy
Les imponían trabajos crueles
El pueblo judío se encuentra en Egipto bajo opresión de los egipcios, que les obligan a servirles. El nuevo faraón teme que los judíos, al ser más numerosos que ellos, les venzan y se marchen de su tierra y no trabajen para ellos. Para salir de esta situación, “con astucia” adopta medidas contra los judíos, imponiéndoles trabajos y trabajos cada vez más numerosos y duros: “Los egipcios les impusieron trabajos crueles, y les amargaron la vida con dura esclavitud… les imponían trabajos crueles”. Siendo la última medida la de matar, “echándolos al Nilo” a los niños judíos que nazcan, dejando con vida a las niñas. Así acaba la lectura de hoy y no podemos comentar cómo sigue esta historia… pero bien sabemos que Dios va a liberar a los judíos de esa brutal esclavitud.
El que quiere a su padre o a su madre más que a mí…
Jesús, se dirige en esa ocasión solo a sus apóstoles, a los que quiere instruir bien en la buena noticia que ellos tendrán que predicar después. De entrada, algunas de sus indicaciones nos sorprenden, pero yendo al fondo de ellas vemos que están en la línea de Jesús.Acoger a Jesús provoca división. “No he venido a sembrar paz, sino espadas”. Si el padre, la madre, la hija, la suegra… no acogen a Jesús, nos podrán en situación de estar en contra de ellos por estar a favor de Jesús, que es nuestro Dios y Salvador. También Jesús se identifica con cualquier persona humana, de lo que se sigue que todo lo que hagamos a una persona humana él lo tendrá como hecho a él… y recibirá la paga correspondiente. “El que dé de beber, aunque solo sea un vaso de agua fresca, a uno de estos pobrecillos, solo porque es mi discípulo, no perderá su paga, os lo aseguro”.
Fray Manuel Santos Sánchez O.P.
Convento de Santo Domingo (Oviedo)