Evangelio del día

Evangelio del miércoles 17 de mayo de 2023

Padre Pedro Brassesco

Lectura del santo evangelio según san Juan 16, 12-15

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues no hablará por cuenta propia, sino que hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir.
Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará.
Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que recibirá y tomará de lo mío y os lo anunciará».

Reflexión del Evangelio de hoy

Eso que veneráis sin conocerlo os lo anuncio yo

Muchas palabras se dicen en estos días, quien las dice quiere transmitir su mensaje, quiere convencer a quien le escucha, quiere dar a entender que lo que dice dejarán de ser simples palabras y tras unos días podrán convertirse en hechos.

Quienes escuchan, tienen su propia opinión de lo que perciben, y esto no es ahora, sólo en este tiempo preelectoral, sino que viene de muy atrás: “De esto te oiremos hablar en otra ocasión”, porque a veces es difícil entender lo que se escucha, bien porque tenemos los oídos taponados, o porque la mente llena de ideas contrarias, preferimos no implicarnos, o bien queremos vivir la vida de forma sencilla y sin complicarnos con los problemas de los demás… pero en el fondo vivimos en una sociedad, con otras personas que de alguna manera influyen en nuestra propia existencia o nuestra forma de vivir.

Quien escucha la Palabra no puede quedarse indiferente ante lo que ocurre, no podemos decir que somos creyentes y vivir una vida individual, solitaria, encerrada en nuestro yo, porque entonces lo que está escuchando son palabras, textos que pueden ser muy bellos pero que no tienen sentido para quien los escucha, esa no es la Palabra.

Parece que hoy mucha gente está buscando, recorre diferentes caminos, practica diferentes modos de creer y crecer, busca, reflexiona, pero nada da sentido hasta que no mueve el interior y te impulsa a salir de ti para llegar a los demás, para estar con los otros, para descubrirte en la mirada del Otro. 

El Espíritu de la verdad os guiará hasta la verdad plena

Un buen vino necesita tiempo de preparación, necesita de manos expertas que sepan cómo llevarlo a su máximo exponente. En una cocina quien manda debe prestar atención a quien prepara, a quien tiene en las manos los ingredientes necesarios, saber que va a seguir los pasos correctamente para elaborar un buen manjar, no sólo cumpliendo órdenes sino sabiendo poner pasión en lo que hace.

Quien realiza una obra de arte necesita los materiales de mejor calidad para poder llevar a cabo el proceso de creación, pero si, a pesar de tener los mejores materiales, no pone toda su creatividad en acción, la obra de arte puede quedarse únicamente en obra y no ser arte.

Jesús preparó bien a los Apóstoles, pero también supo cuando parar y dejar al Espíritu su tarea encaminada. Cuando nos dan mucha información en poco tiempo, es bastante probable que se nos escapen muchos datos y dejemos atrás cuestiones importantes, por eso es necesario, como para el buen vino, para un buen plato, para una bella obra de arte, un tiempo de reflexión, de dejar reposar lo recibido y colocarlo bien, no sólo en la mente, sino en el corazón y así poderlo transmitir con mayor riqueza.

Dejemos que el Espíritu nos llene de su sabiduría y nos guie hasta la verdad plena.

¿Vives en la sociedad del todo ahora? ¿Sabes mantener la calma ante las situaciones que vives y sacar de cada una de ellas las enseñanzas que te ayuden a crecer? ¿Necesitas una respuesta rápida ante las dificultades que se presentan o buscas el tiempo y el espacio necesario para buscar la respuesta adecuada?

Hna. Macu Becerra O.P.
Dominicas Misioneras de la Sagrada Familia


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