Evangelio del día

Evangelio del lunes 13 de marzo de 2023

Padre Pedro Bbrassesco

Lectura del santo evangelio según san Lucas 4, 24-30

Habiendo llegado Jesús a Nazaret, le dijo al pueblo en la sinagoga:
«En verdad os digo que ningún profeta es aceptado en su pueblo. Puedo aseguraros que en Israel había muchas viudas en los días de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías sino a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, sin embargo, ninguno de ellos fue curado sino Naámán, el sirio».
Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo echaron fuera del pueblo y lo llevaron hasta un precipicio del monte sobre el que estaba edificado su pueblo, con intención de despeñarlo.
Pero Jesús se abrió paso entre ellos y seguía su camino.

Reflexión del Evangelio de hoy

No hay otro Dios fuera de mí

Esta primera lectura nos relata de manera pormenorizada la curación de Naamán, general del ejército del rey de Siria. El profeta judío Eliseo, cuyo nombre significa “Dios salva”, en nombre de su Dios, cura a Naamán de su lepra, sin grandes y costosos procedimientos, a través de bañarse siete veces en el río Jordán, lo que lleva a Naamán a confesar al verdadero y único Dios: “Ahora reconozco que no hay Dios en toda la tierra más que el de Israel”.

Jesús, el gran profeta, el Hijo de Dios, ha venido a nuestra tierra a curarnos de todas nuestras lepras y regalarnos la salud, la salvación. Lo hace porque no solo es hombre sino Dios, y Dios su Padre le concede realizar ese milagro de sanarnos. Lo hace ofreciéndonos su amistad, “a vosotros os llamo amigos”, e indicándonos el camino a seguir, las actitudes que debemos vivir en nuestro día a día. La pregunta que nos podemos formular es si lo que no pide Jesús es algo tan sencillo como lo que le pidió Eliseo a Naanán de bañarse en el río Jordán, o lo que nos pide es más bien algo muy difícil y costoso para nosotros.

Sabemos que lo que nos pide Jesús va todo en la línea del amor, del perdón, de la sencillez, de las bienaventuranzas…que es posible que, a veces, nos pueda resultar difícil de cumplir, pero, a poco que reflexionemos, nos damos cuenta de que está siempre en la línea de nuestra naturaleza humana. No nos pide extravagancias, cosas inauditas, sino algo que va en la línea de nuestra condición humana y de nuestra condición de hijos de Dios…algo que está en la línea de bañarse siete veces en el río Jordán.  

Ningún profeta es bien recibido en su tierra

A veces, cuando predicamos a Jesús y su evangelio, y vemos que no llega a mucha gente, pensamos que cuando Jesús, el mejor predicador de todos los tiempos, predicaba siempre era bien escuchado y aceptado.

Es verdad que con frecuencia multitud de personas acudía a escuchar a Jesús, pero el evangelio de hoy también nos recuerda que no siempre fue así. Nos lo presenta predicando en la sinagoga… y les recuerda que ningún profeta es bien mirado en su tierra. Su predicación no gustó a sus oyentes, de tal manera que trataron de llevarle a un barranco que estaba fuera del pueblo con intención de despeñarlo. “Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se alejaba”. Aunque sabemos que en un momento dado de su vida no logró alejarse de sus perseguidores, que le clavaron en lo alto de una cruz. Pero al tercer día resucitó.

Pensando en nosotros, seguidores y predicadores de Jesús en el siglo XXI, no podemos olvidar que “nunca el discípulo va a ser mayor que su Maestro”. Y también nosotros nos encontramos con gente que escucha nuestra predicación del evangelio de Jesús y otros  que no quieren ni oír hablar de él. Le han apartado de sus vidas. Le han matado.

Lo mismo que Jesús, debemos seguir predicando y viviendo su buena noticia, como la mejor manera de vivir la vida humana. Pase lo que pase, Él permanecerá con nosotros y siempre nos espera la resurrección a una vida de total felicidad.

Fray Manuel Santos Sánchez O.P.
Convento de Santo Domingo (Oviedo)

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