Evangelio del lunes 20 de febrero de 2023
Reflexión del Evangelio de hoy
Toda sabiduría viene del Señor
La primera lectura nos habla de la sabiduría, y afirma que toda sabiduría viene del Señor. Podemos distinguir la sabiduría que los hombres, con la inteligencia que Dios les ha dado, pueden conseguir. Ahí están todas las ciencias humanas, la física, la química, la biología… que nos proporcionan sabrosos conocimientos. Pero la lectura nos habla de otra sabiduría, esa que viene de Dios. Es la sabiduría que se adentra en lo que podemos llamar los secretos de la vida humana, de dónde venimos, hacia dónde vamos… la que nos enseña cómo hemos de caminar para sacar el jugo de las verdades que nos llevan a vivir con sentido, con felicidad. Algún pequeño atisbo de esta sabiduría puede conseguir el hombre por sí mismo. Pero llegar a la verdad total, irrefutable, limpia, de estas verdades se le escapa, es un obsequio de Dios. El Señor “la repartió entre los vivientes; según su generosidad se la regaló a los que lo temen”.
De manera espontánea nos damos cuenta de que Dios nos ha regalado esa sabiduría, de manera principal, a través de su Hijo Jesús que nos ha revelado esos misterios de la vida humana, y así podemos caminar con sentido y con luz suficientes.
Todo es posible al que tiene fe
El evangelio de hoy nos presenta a Jesús bajando del monte donde se ha trasfigurado delante de Pedro, de Juan y de Santiago, por lo que han intuido que Jesús además de ser hombre es el Hijo de Dios “Este es mi hijo amado. Escuchadlo”. Ahora Jesús se encuentra con un padre con un hijo atormentado por un espíritu que no le deja llevar una vida normal y que ha pedido a sus discípulos su curación. Algo que no han conseguido.
Viendo a Jesús acude a él para que sane a su hijo. “Si algo puedes, ten lástima de nosotros y ayúdanos”. La respuesta de Jesús es clara: “Todo es posible al que tiene fe”. Y apoyado en la fe vacilante del padre, cura a su hijo”. Y a esta fe, en el poder divino de Jesús, acude para explicar a sus discípulos por qué no han podido curar al muchacho. Con solo el poder humano de los discípulos no es posible curar enfermos, realizar milagros… hay que apoyarse en la fe, en el poder divino y en el amor divino de Jesús.
Fray Manuel Santos Sánchez O.P.
Convento de Santo Domingo (Oviedo)