Evangelio del domingo 1 de enero de 2023
Padre Pedro Brassesco
Lectura del santo evangelio según san Lucas 2, 16-21
En aquel tiempo, los pastores fueron corriendo hacia Belén y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que se les había dicho de aquel niño.
Todos los que lo oían se admiraban de lo que les habían dicho los pastores. María, por su parte, conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
Y se volvieron los pastores dando gloria y alabanza a Dios por todo lo que habían oído y visto, conforme a lo que se les había dicho.
Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.
Comentario bíblico
de Fray Miguel de Burgos Núñez – (1944-2019)
La solemnidad de Santa María Madre de Dios es la primera fiesta mariana que podemos constatar en la Iglesia occidental. Probablemente, la fiesta remplazaba la costumbre pagana de las «strenae» (estrenas, dádivas), bien distinta del sentido de las celebraciones cristianas. El «Natale Sanctae Mariae» comenzó a celebrarse en Roma hacia el siglo VI, probablemente junto con la dedicación de una de las primeras iglesias marianas de Roma, esto es, Santa María Antigua, en el Foro Romano. La última reforma del calendario trasladó al 1 de enero la fiesta de la maternidad divina, que desde 1931 se celebraba el 11 de octubre en memoria del Concilio de Efeso (431), donde se proclama a María “Theotokos”, la que dio a luz al Salvador, el Hijo de Dios.
Celebramos también la Jornada mundial de la Paz (XXVIII), ya que al comenzar el año siempre se celebra esta jornada de la paz, cuyo mensaje no puede ser ignorado por los cristianos que deben trabajar denodadamente por la paz amenazada en el mundo.