Evangelio del Dia

Evangelio del lunes 7 de noviembre de 2022

Padre Pedro Brassesco

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Lucas 17,1-6

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Es imposible que no haya escándalos; pero ¡ay de quien los provoca!
Al que escandaliza a uno de estos pequeños, más le valdría que le ataran al cuello una piedra de molino y lo arrojasen al mar. Tened cuidado.
Si tu hermano te ofende, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo; si te ofende siete veces en un día, y siete veces vuelve a decirte: “Me arrepiento”, lo perdonarás».
Los apóstoles le dijeron al Señor:
«Auméntanos la fe».
El Señor dijo:
«Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: “Arráncate de raíz y plántate en el mar”, y os obedecería».

Reflexión del Evangelio de hoy

Establece presbíteros siguiendo las instrucciones que te di

Pablo inicia su carta a Tito, como siempre, presentándose como Apóstol y siervo de Jesucristo, elegido para promover la fe y la esperanza en la vida eterna.

Se dirige a Tito presentándolo como “verdadero hijo suyo en la fe que compartimos”. Tito, convertido al cristianismo por Pablo, fue un íntimo colaborador y compañero en múltiples viajes, incluso le acompañó en el Concilio de Jerusalén, y ahora lo pone al frente de la Iglesia en Creta, confirmándolo como Obispo de la misma.

Vemos que le indica una serie de cualidades, que deben adornar a aquellos que elija para ser candidatos al presbiterado e incluso al obispado. Pone como condición principal, que todos deben ser personas sin tacha y, fundamentalmente, personas incapaces de provocar escándalo en el seno de los creyentes, por su comportamiento inadecuado.

Simple y llanamente, le indica las condiciones que, siguiendo los consejos de Pablo, debemos adoptar nosotros en nuestra vida de relación con los demás y, por encima de todo, creer aquello que predicamos o de lo que presumimos, es decir, ser fieles seguidores de Jesús de Nazaret, y sus testigos en medio del mundo.

Si siete veces en un día vuelve a decir “me arrepiento”, lo perdonarás

En este fragmento del evangelio de Lucas, Jesús nos presenta tres puntos distintos: el Escándalo, el Perdón y la Fe. Parecen tres elementos que no tengan nada en común, pero en realidad los tres están enfocados a conseguir una auténtica convivencia y crecimiento como personas y en la misión de la Iglesia.

Cristo considera que los escándalos son inevitables, pero pobre de aquel que los provoca, más le valdría que le encajasen una piedra de molino y lo arrojasen al mar; es una figura retórica, pero con un fuerte significado, sobre todo refiriéndose a los pequeños, no sólo en edad, sino a los más vulnerables o aquellos que están iniciando su camino en la fe. Desgraciadamente hay muchos casos que incitan al escándalo, que pueden hacer tambalear nuestras convicciones. Debemos aferrarnos a la misericordia de Dios y no dejarnos llevar por los malos ejemplos.

Al hilo de esto, nos invita a abandonar los resentimientos, y cuando alguien nos ofenda, si nos dice que se arrepiente, no tengamos reparo en brindarle nuestro perdón, no nos dejemos llevar por el resquemor, tengamos un corazón abierto a aceptar las disculpas de nuestro hermano, cuando nos las ofrece.

Sólo debemos recordar la frase de Jesús en la cruz “…perdónalos porque no saben lo que hacen”; por muy grave que sea la ofensa que nos han hecho ¿no es mayor el suplicio al que sometieron a Cristo en el Gólgota?

Como reacción a la catequesis de Jesús, los Apóstoles le piden que les aumente la fe, y entonces les pone el símil del grano de mostaza y la morera. Pensamos que tenemos fe porque recitamos el Credo como si fuéramos papagayos, pero ¿hemos meditado detalladamente cada una de las frases del Credo? ¿Estamos convencidos de que Jesús es el verdadero Hijo de Dios encarnado por nosotros para nuestra salvación?

El Señor nos pide que seamos consecuentes y que nuestra mentalidad esté totalmente dirigida y entregada a Dios, que nos olvidemos de las rutinas y que nuestra vida esté guiada por la adhesión a Jesús y su Buena Noticia, y que lo reflejemos hacia los demás.

Hoy la Orden de Predicadores celebra la memoria de todos los hermanos y hermanas que nos han precedido, dándonos ejemplo con su vida, compañía con su amistad y ayuda con su intercesión, para que nos sintamos animados a imitarles y tener, como ellos, una fe inquebrantable en Dios.

D. José Vicente Vila Castellar, OP
Fraternidad Laical Dominicana Torrent (Valencia)


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