Evangelio del día

Evangelio del viernes 5 de agosto de 2022

Padre Pedro Brassesco

Lectura del santo evangelio según san Mateo 16, 24-28

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga.
Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí, la encontrará.
¿Pues de qué le servirá a un hombre ganar el mundo entero, si pierde su alma? ¿O qué podrá dar para recobrarla?
Porque el Hijo del hombre vendrá, con la gloria de su Padre, entre sus ángeles, y entonces pagará a cada uno según su conducta.
En verdad os digo que algunos de los aquí presentes no gustarán la muerte hasta que vean al Hijo del hombre en su reino».

Reflexión del Evangelio de hoy

Ya viene el Mensajero de la Paz

Nahún comienza con el motivo y hasta regocijo de Esperanza: el Mensajero de la Paz que viene “sobre los montes” y exhorta a Judá, al pueblo, a cada uno a celebrar la fiesta y la fidelidad, a no temer al perverso ni la destrucción, pues Él, su Señor, lo restaura en su dignidad.  Y describe la realidad de la “ciudad sanguinaria” que increíblemente coincide, con tantos siglos por medio, con la actualidad bastante generalizada de nuestro mundo, de esta realidad que absorbe y aplasta la dignidad del pueblo (santo), del hombre, de …, con el engaño de la ambición, la guerra, el sometimiento y manipulación… “Nínive devastada” y el lamento por su situación. Pero volviendo al inicio de esta lectura surge la Fuerza, la Salvación y el Rescate de parte del “Mensajero que proclama la Paz” el Señor, nuestro Dios, el Dios de Judá que salva a sus hijos de la destrucción.

Seamos también mensajeros, recobrando la fiesta en la fidelidad (“cumple tus votos”) que, desde siempre, ya en Israel, es la clave de la prosperidad y bendición, de la predilección de Dios por su pueblo.   Hoy y ahora está viva esta misma realidad que se descubre por el profeta y está viva y abierta la Esperanza de un Salvador que asume sobre sí todo daño, dolor y destrucción, con tal que se vuelvan a Él. Y ante la pregunta del que sufre: “¿quién se compadecerá? ¿quién consolará?” encuentra un Corazón y unos Brazos dispuestos a perdonar y reconstruir al que vuelve pobre y desvalido.

Yo doy la muerte y la vida

Reitera que “ la ruina” acecha al hombre , la humanidad , que por sí mismo todo supone amenaza … hasta que el fiel (tú y yo) volvamos la mirada y el corazón al Señor compasivo y misericordioso que hace entender lo que dijo desde el principio, lleva repitiendo y continuará : “soy Yono hay dios fuera de mí” “Yo doy la muerte y la vida” , hiero y curo , porque la vida del hombre tiene una única y real procedencia y orientación y porque en el “Yo soy” Dios nos está diciendo a gritos que solamente tenemos que disponernos y secundar sus iniciativas salvadoras de Amor, Justicia y Misericordia.  Y nos enseña que al mal no hemos de combatirlo y vencerlo nosotros sino Él que es “el Poderoso que salva” “afila el rayo de su espada”da su paga a los que le aborrecen y sigue ofreciendo su Mano Salvadora a los que se acogen a Él.                                                                                                                                  

El que quiera seguirme que cargue con su cruz

Y va concretando el Señor a sus discípulos y a nosotros, al que quiera seguir su Camino y vivir Su Vida… porque a veces no acertamos a entender, porque a veces seguirle supone negar la natural comodidad y falsa paz o tranquilidad; porque negarse y tomar la cruz no nos gusta ni complace en absoluto. Pero … todos sabemos que la vida se engendra y genera entregándola, repartiéndola, sembrando y después , misteriosamente, de una pequeña aportación y entrega surge el milagro inconmensurable y callado de la Vida y ésta, para nosotros tiene origen y concreción en Jesús, el Hijo del hombre que “pagará a cada uno según su conducta”; por eso es necesario y conveniente seguir sus pasos, recibir Su Vida, dejar lo mío para que sea Él en mí, el único Santo “ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí”. Esta es la muerte que conviene y da Vida; esta es la pérdida que supone ganancia, esta es la “senda estrecha”que impide desviar el Camino, el que todos añoramos en lo más adentro, estos son los que “verán al Hijo del hombre en su Reino”porque perdieron de lo propio para unirse a Él. Esta es la Esperanza, testimonio, fermento…para nuestros hermanos tan dañados “por los enemigos” en tan sinuosas y falaces ofertas. 

Y porque siempre tenemos la referencia extraordinaria en lo ordinario de la vida de María, no podemos pasar por alto que esta fecha coincide con la celebración deSanta María la Mayor en Roma, Basílica regentada por nuestros hermanos dominicos para impartir el perdón y la Misericordia; poniendo la referencia de la Virgen María como Salud del pueblo romano, ante la cual ora el Papa al ir y volver de sus viajes. La Madre, la que nos acompaña y abraza en este seguimiento de Cristo; la que manifiesta que la Confianza en el Dios que nos salva abre caminos insospechados y manifestaciones divinas como la nieve en agosto.

¿Cómo sientes y expresas la impresión en tu corazón por la situación de este mundo, la sociedad, la palpable manipulación sobre las personas, el riesgo de dejar hacer a cada uno … etc. y aplicas la Esperanza en Dios-Salvador?

Dominicas de Lerma
Monasterio de San Blas. Lerma (Burgos)

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